Algunas veces quisiera olvidarte,
por 5 minutos de mi día,
no dibujar tu rostro cuando el cielo se nubla,
tampoco recordar las lluvias de esta ciudad de tu mano al caminar.
Desearía que no hubieras cambiado mis grises,
esos claroscuros de mi mente,
que me hubieras dejado hundirme en esa depresión
oculta tras esa sonrisa de marzo.
Que todo siguiera igual, antes de aquella noche,
previo a aquel beso, a aquellos sabores
y olores nuevos que trajiste contigo
con tus flores, con tus manos.
Quiero dejar todo atrás,
esos días, esas noches, esa madrugada....
entregar todo al fuego eterno
y que se consuma en el olvido.
Hoy solo es un anhelo
de tenerte, de que estuvieras aquí
y todo eso me hace daño,
al cargar fantasmas de tu cuerpo.
Aunque ahora sea solo una sombra de lo que fui,
se que al menos ya ame, y me amaste
GRACIAS por que se que antes de morir
mi corazón al final si latió por ti.
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